La falda del Cerro está cubierta por un bosque de pinos carrascos, plantados hace unos 50 años. En gran parte de su extensión el bosque es excesivamente tupido y crea un ambiente oscuro, dónde puede ser un verdadero reto hacerle una foto a un ave. Aunque bastantes árboles se encuentran enfermos, casi completamente secos, el conjunto es bonito y agradable para pasear a pie o en bici, aprovechando los muchos senderos que surcan el bosque.
Las especies de aves que se pueden ver son las mismas que en la cima, pero además se han observado también búhos chicos, alguna rapaz de pequeño tamaño, picos picapinos y abejarucos.
Otra curiosidad que encontramos en la falda del Cerro son los antiguos búnkeres de la guerra civil.
Por lo demás, este lugar cuenta con parking, bar, merendero y canchas de deporte que lo hacen un lugar adecuado para pasar un día de descanso con la familia o amigos.
PINZÓN CANTANDO, tomada en Marzo de 2017
PINZÓN VULGAR, tomada en Mayo de 2017
GORRIÓN COMÚN, tomada en Mayo de 2017
VERDECILLO, tomada en Mayo de 2017
ABUBILLA, tomada en Mayo de 2017
PAJARILLO, tomada en Mayo de 2017